Son las cavidades donde se encuentran alojados y protegidos nuestros ojos. En ellas pueden presentarse padecimientos de muy diverso origen, desde procesos inflamatorios de grados variables, tumores benignos o malignos, incrustación de cuerpos extraños, infecciones y abscesos, reacciones inmunológicas originadas en otros órganos, fracturas óseas por traumatismos, metástasis tumorales etc. En las órbitas se alojan las glándulas lagrimales que también pueden ser susceptibles de inflamaciones, infecciones o tumores.

Entre las manifestaciones de que algo anormal está ocurriendo en las órbitas, una muy evidente es la propulsión hacia fuera del o los ojos, así mismo puede haber dolor, visión doble y/o disminución en la visión. A veces los síntomas aparecen muy lentamente y sin grandes molestias, pero otras veces pueden ser muy agudos y hasta desfigurantes.

El cirujano oculoplástico hará la exploración y el diagnóstico clínicos y solicitará los estudios complementarios que requiera el caso para confirmar la enfermedad e iniciar su tratamiento oportunamente.

Puede haber enfermedad orbitaria a cualquier edad y lo aconsejable es buscar atención especializada a la brevedad.