
Dr. José de Jesús Panduro Loera
Oftalmología y Cirugía Oculoplástica

"Carnosidad" o Pterigión
Se observa la presencia de un crecimiento “carnoso” desde la parte blanca del ojo, casi siempre desde el lado de la nariz, hacia la parte transparente del mismo (la córnea), a la cual va invadiendo de manera progresiva con el tiempo y a medida que lo hace va avanzando hacia el área de la pupila (la “niña del ojo”) pudiendo llegar a obstruirla parcial o totalmente, provocando con ello disminución variable de la visión. Además, la “carnosidad” usualmente se inflama, se enrojece y provoca ardor, sensación de cuerpo extraño, molestias con la luz y el aspecto cosmético del ojo no es bueno.
En la aparición de ésta “carnosidad” influye decisivamente la exposición constante a la luz solar sin protección, en algunos casos, la herencia, la exposición a la luz ultravioleta de cualquier origen, como la de los arcos de soldadura y algunos otros factores irritativos oculares.
El tratamiento lo lleva a cabo el oftalmólogo mediante la indicación de medicamentos que eliminen la inflamación de la “carnosidad” o pterigión, para luego realizar su extirpación quirúrgica, pues desafortunadamente, ningún medicamento elimina este crecimiento anormal.
La operación consiste en la extirpación del tejido “carnoso”, y en el sitio en el que se originó, en la parte blanca del ojo, se coloca un injerto de conjuntiva (membrana muy delgada y transparente) que se obtiene del mismo ojo o de membrana amniótica (membrana que envuelve a los bebés en el vientre materno) preparada artificialmente para este fin. Con el injerto lo que se busca es que la “carnosidad” no vuelva a aparecer, pues sin él hay hasta un 40-60% de posibilidades de recaída.

