Hay diferentes tipos de blefaritis y pueden ser agudas o crónicas, pero lo más frecuente es que se deba a una infección, que provoca enrojecimiento, hinchazón, costras entre las pestañas y comezón. Puede ser muy molesta y acompañarse de conjuntivitis. Hecho el diagnóstico, se indica tratamiento con medicamentos y  generalmente, la curación se obtiene en algunos días, pero, puede haber blefaritis crónicas muy persistentes, como la ocasionada por exceso de seborrea, que a veces requiere tratamientos complementarios hasta por meses.